¿Sabes cuáles son los beneficios que pueden tener las videollamadas con tus familiares más mayores? A continuación, te mostramos un ejemplo real donde queda comprobado lo necesario que es introducir un producto como Maximiliana en el día a día de nuestros mayores. 

A raíz de la crisis social y sanitaria provocada por la pandemia de la COVID-19 hemos podido comprobar como el contacto con nuestros familiares se volvía más necesario que nunca. Además, este hecho se incrementa con los familiares más mayores, que muchas veces viven solos o se encuentran en residencias, volviéndose el contacto mucho más complicado y teniendo consecuencias muy negativas sobre dichos familiares. 

La Residencia de Mayores San Juan de Dios de Granada puso a disposición de sus residentes tabletas para poder hacer videollamadas con sus familiares y lograr una comunicación más cercana y fluida durante el periodo de confinamiento. ¿Por qué hicieron esto?  El objetivo de la acción de la Residencia de San Juan de Dios fue mantener el bienestar emocional de los residentes, algo fundamental en periodos de aislamiento. Según el equipo de neuropsicólogos, terapeutas ocupacionales y expertos en la atención a mayores de dicha residencia, en una situación de aislamiento donde no es posible ver o contactar con los seres queridos se puede llegar a producir gran angustia y ansiedad. En el caso de las personas mayores, esa incertidumbre puede acrecentarse hasta alcanzar niveles muy altos. De esta forma, combatir la soledad y el aislamiento social genera mayor bienestar a todos ellos. Gracias a la comunicación con los familiares, los usuarios logran reducir su estrés, aprovechando esta oportunidad de desahogo y compartiendo con sus seres queridos las emociones y sensaciones sobre la situación que acontece. 

Este equipo de expertos en la atención a mayores de Orden Hospitalaria en Andalucía explica, además, que estas iniciativas favorecen la estimulación cognitiva gracias al uso del lenguaje y la puesta en marcha de los recuerdos, es decir, en un nivel “amnésico”. Comentaban también que si las familias potencian la conversación y aprovechan experiencias vivenciales para explicar lo que está sucediendo a consecuencia de la crisis social y sanitaria, los mayores conceden mucha más credibilidad a ese relato familiar que a otro que venga de cualquier otra persona. 

Por tanto, al potenciar este tipo de acercamientos entre mayores y familiares separados o sin posibilidad de contacto físico constante, se consiguen beneficios no solo en los mayores disminuyendo su ansiedad en los mayores y de sus familiares, dejándolos más tranquilos.