¿Sabías que en verano hay que prestar especial atención al cuidado de personas mayores?
Sin duda, es una época vacacional en la cual nuestros mayores deben aprovechar de disfrutar del buen tiempo, los paseos por el parque o las estancias al aire libre.
¿Cuáles pueden ser los efectos negativos del calor?El verano y el buen tiempo traen consigo pros y contras:
Por un lado, aumenta el riesgo de las personas mayores en caer en enfermedades relacionadas con el calor, como la deshidratación o los golpes de calor causados por el aumento de las temperaturas, el agotamiento como resultado del descanso inadecuado por los cambios de horario, la aparición de manchas en la piel… e incluso, la demencia repentina que les hace quedar desubicados.
Sin embargo, con prudencia y control, no deben evitar salir al aire libre, dar paseos en la calle o pasar el tiempo en las terrazas de los hogares, cafeterías o bares.
Esto es así gracias a los beneficios que aportan los meses de verano, en especial, recibir vitamina D es esencial para las personas mayores, mejora la actividad cerebral y cognitiva, ayuda a absorber mejor el calcio para mantener nuestros huesos fuertes y sanos… Además, favorece el fortalecimiento del sistema inmunológico, aumenta las defensas y ayuda a prevenir infecciones.
¿Cuáles son las pautas imprescindibles para cuidar personas mayores en verano? 
Como hemos comentado, el sol y el buen tiempo tienen sus beneficios, pero en ningún caso debe dejarse de lado el exhaustivo control de nuestros mayores, para que ello no suponga graves problemas de salud. La mayoría de especialistas recomiendan una exposición solar diaria entre 10 y 15 minutos para que el cuerpo genere la cantidad necesaria de vitamina D. Para ello, se deben de tomar algunas precauciones:
- Proteger la piel diariamente con un factor de protección solar nunca inferior a 30.
- Mantenerse siempre muy bien hidratado, teniendo en todo momento a mano una botella de agua. ¡No olvidarla al salir de casa!
- Evitar las bebidas azucaradas y alcohólicas.
- Evitar salir al aire libre en las horas de al mediodía, siendo este el momento con temperaturas más altas.
- Vigilar la tensión arterial, que se altera con el calor.
- Garantizar un confort térmico en el hogar, para conseguir un buen descanso.
- Seguir una dieta fresca, incrementando el consumo de frutas y verduras de temporada.
- Llevar un vestuario ligero, transitable y fresco. Incluso, proteger la cabeza con gorro o gorra.
- Controlar las horas de sueño, evitando que el cansancio repercuta en el estado anímico.
– VERIFICACIONES PRINCIPALES PARA EL CUIDADO –
- ¿Toma suficiente agua?
- ¿Dispone de un sistema de ventilación en el hogar?
- ¿Cuenta con ropa fresca?
- ¿Utiliza protección solar diariamente?
- ¿Lleva a cabo una dieta equilibrada y rica en productos frescos o fríos?
- ¿Exterioriza algún signo de estrés por el calor?
- ¿Les da el sol semanalmente?
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